Evasión.
A veces hago trizas los disfraces que cubren mis patéticos ensueños
y escucho descorrerse los pestillos
oxidados de miedo.
Entonces la sonrisa se detiene
y hablarme a mí
es como hablarle al viento que roza con sus dedos vaporosos la sombra del misterio.
Enclaustrada en otra dimensión,
habitando ese mundo paralelo
donde me ausento cuando estoy ausente de todos los recuerdos,
muestro
por un instante
las tinieblas que esconden los inhóspitos senderos de confundidos laberintos íntimos
en donde yo me pierdo.
Después me alcanzan todas las palabras,
oigo tu voz
viniendo desde lejos
y con un leve gesto de mi mano
alzo de nuevo el velo.
A veces hago trizas los disfraces que cubren mis patéticos ensueños
y escucho descorrerse los pestillos
oxidados de miedo.
Entonces la sonrisa se detiene
y hablarme a mí
es como hablarle al viento que roza con sus dedos vaporosos la sombra del misterio.
Enclaustrada en otra dimensión,
habitando ese mundo paralelo
donde me ausento cuando estoy ausente de todos los recuerdos,
muestro
por un instante
las tinieblas que esconden los inhóspitos senderos de confundidos laberintos íntimos
en donde yo me pierdo.
Después me alcanzan todas las palabras,
oigo tu voz
viniendo desde lejos
y con un leve gesto de mi mano
alzo de nuevo el velo.
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