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Norma Segades - Manias

Recuerdo.

Con los ojos cerrados,
aún puedo ver el brillo del sol que se refleja,
redondo y encendido,
sobre el agua encrespada por la brisa costera.
Puedo mirar mis huellas hundidas en la arena.
Bajo un cielo tan límpido como no vi ninguno,
tu frágil cigarrillo disolviéndose en humo.
Como un ave cansada,
mi cabello castaño durmiendo en el refugio de tu pecho dorado.
El calor
dibujando sus senderitos de agua
por la piel sometida en la tarde callada.
Las antiguas palabras apenas murmuradas llenándome la vida de una nueva esperanza. Y en un gesto lejano
tu mano aristocrática
secando con las yemas el surco de una lágrima.

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