La señora ha salido.
Mi alma es solamente un montón de silencio.
Hoy estoy tan lejana que ni tu amor me llega
y tus voces se rompen en mis puertas cerradas.
Quizás fue la llovizna
con su música tenue golpeando la hojalata
o el viento
susurrando su paciencia chismosa entre las ramas bajas.
Quizás algún recuerdo
que asesinó la risa y anido en mi mirada.
O la niña
morena
que cruza fugazmente por mis pieles ajadas.
Hoy no estoy para nadie.
La señora ha salido.
Vacía está la casa.
Mi alma es solamente un montón de silencio.
Hoy estoy tan lejana que ni tu amor me llega
y tus voces se rompen en mis puertas cerradas.
Quizás fue la llovizna
con su música tenue golpeando la hojalata
o el viento
susurrando su paciencia chismosa entre las ramas bajas.
Quizás algún recuerdo
que asesinó la risa y anido en mi mirada.
O la niña
morena
que cruza fugazmente por mis pieles ajadas.
Hoy no estoy para nadie.
La señora ha salido.
Vacía está la casa.
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