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Norma Segades - Manias

Rapto.

¿Quién se robó mi niña de papel y tijera?
¿Dónde marchó la sucia artesana del barro a mostrar la inocencia de sus manos morenas?
¿Dónde fue la rebelde fierecilla indomable que alentaba batallas a la hora de la siesta?
¿Quién se robó mi niña de papel y tijera?
¿Dónde huyó la pequeña madrecita oscilante que arrullaba los sueños de pintadas muñecas?
Un duende misterioso sobrevoló el crepúsculo y se sentó en los frescos umbrales de mi puerta.
Con él marchó mi niña de papel y tijera
–después de cepillar su cabello castaño y abandonar los lazos que ceñían sus trenzas-
a compartir secretas y cómplices sonrisas en su primer refugio de penumbra y vereda.
Con él huyó mi niña de papel y tijera
vacilando sus pasos por únicos senderos que le marca la sangre ebria de primavera,
ensayando volátiles remedos de mañana fuera de las murallas de mi casa de piedra.
Sin embargo,
en las noches
–cuando el duende se aquieta-
puedo ver en sus ojos los mensajes traviesos que me envía su infancia de papel y tijera
desde el arcón callado donde duerme el recuerdo
oculto en la mirada soñolienta y ajena.
Y hay destellos fugaces vagando en sus misterios de tímida luciérnaga disfrazada de estrella…
¿Con qué sueñan tus sueños
sobre la verde hierba de la tensa pradera donde habita la noche,
mi niña adolescente de suspiros y esperas?

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