Lo que somos.
La vida es un suspiro vagando en el espacio.
Un instante fugaz en el silencio cósmico.
Y hemos sido tan necios
de intentar capturarla en las grises jornadas de un orden cronológico.
Miserables partículas en un tiempo infinito,
moradores efímeros de existencias prestadas,
transitamos lugares
que ya hemos recorrido
persiguiendo las huellas de un incierto mañana.
Miramos con asombro las ráfagas errantes atravesar jornadas que les vienen naciendo
en busca de los límites de las constelaciones
donde la esencia
libre
es puro pensamiento.
Y luego renacemos en pieles sin memoria,
viajeros milenarios de remotas galaxias.
Fallecemos mil veces en diferentes cuerpos
y mil veces logramos recuperar la infancia
hasta entender que somos un movimiento cósmico,
átomos deslizándose en amplios remolinos habitados por soles,
satélites helados
y eternas nebulosas girando sin destino.
La vida es un suspiro vagando en el espacio.
Un instante fugaz en el silencio cósmico.
Y hemos sido tan necios
de intentar capturarla en las grises jornadas de un orden cronológico.
Miserables partículas en un tiempo infinito,
moradores efímeros de existencias prestadas,
transitamos lugares
que ya hemos recorrido
persiguiendo las huellas de un incierto mañana.
Miramos con asombro las ráfagas errantes atravesar jornadas que les vienen naciendo
en busca de los límites de las constelaciones
donde la esencia
libre
es puro pensamiento.
Y luego renacemos en pieles sin memoria,
viajeros milenarios de remotas galaxias.
Fallecemos mil veces en diferentes cuerpos
y mil veces logramos recuperar la infancia
hasta entender que somos un movimiento cósmico,
átomos deslizándose en amplios remolinos habitados por soles,
satélites helados
y eternas nebulosas girando sin destino.
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